Buscar este blog

domingo, 8 de enero de 2017

Libros, amor en la realidad

¡Qué curioso es el tiempo! Parece mentira que haya pasado tanto tiempo y hayan cambiado tantas cosas. 
¿Quién me iba a decir a mí que iba a vivir una historia de amor como la que estoy viviendo? Parece hasta mentira, y más cuando estás acostumbrada a leer tantas historias de amor en esos libros, o a ver esas películas que hablan sobre el amor perfecto dando a entender que es muy fácil conseguirlo. Porque claro, después de tanto tiempo comprobando que las cosas que pasan en los libros y en las películas se quedan ahí, en la ficción, resulta extraño que no sea así, que aquel personaje que siempre habías querido ser ,de ese libro que tanto te encantaba, lo estés siendo. Estás viviendo una historia que podría ser escrita en un libro. Y eso es precioso, estar enamorada de alguien que siente lo mismo por ti y lo demuestra es maravilloso. Habrá gente que tenga distintos significados de la palabra "amor", pero al fin y al cabo,cuando lo sientes, supongo que todos experimentamos lo mismo si es correspondido, esas mariposas y esa ilusión constante.
Parece imposible que puedas estar pendiente de una persona tanto tiempo, o que esté rondando por tu cabeza constantemente. Hay veces que estoy leyendo un libro y veo los "líos" que tienen los protagonistas, como unos se enamoran de otros y a veces es correspondido y otras no, como se sienten ante cada situación que viven y como sufren con cada palo que se llevan. Y es curioso como consiguen que me meta en la historia y sienta lo que sienten ellos (a veces leer es precioso), como logro imaginarme que haría yo en esa situación, qué pasaría si el amor de mi vida de repente quisiera desaparecer, o se le pasara por la cabeza cambiarme por otra, y es horrible, esa sensación es horrible. Pero bueno, que pierdo el hilo, lo que quiero dar a entender es que cuando estás enamorada vives todo más intensamente, porque te imaginas todo con esa persona, tanto lo bueno como lo malo. Si los personajes tienen una cita increíble a ti lo primero que se te pasa por la cabeza es poder imitarla con esa persona que comparte los momentos increíbles contigo. Al igual que si los personajes tienen una crisis amorosa, rezas porque a ti no te pase lo mismo.
Aunque por otra parte, tampoco tengo mucha queja, porque como ya he dicho estoy viviendo una historia que podría ser digna de un libro. Tengo guardados en la memoria momentos increíbles con esa persona, con mi personita especial, momentos que podrían ser la escena de una película romántica, a veces incluso alguna escena podría incluirse en una comedia. Porque eso es lo bueno del amor, saber que a pesar de los problemas que pueda haber en una pareja, todo se resuelve y los momentos bonitos y sentimentales vuelven a aparecer. De pronto podemos estar cada uno en una esquina del salón, en distintos sofás por la discusión que hemos tenido momentos antes, como podemos estar riéndonos mientras nos hacemos cosquillas en el mismo sofá. ¿Qué bonito es tener a una persona que te haga reír verdad? 
Hay veces, incluso, que te puede hacer feliz sin ni si quiera estar delante, basta con estar a través de la pantalla. Curioso ¿verdad? Y es que hay veces que cuando me habla... siento como si le tuviera a mi lado; aunque luego miro, y sigo sola en mi pequeño salón que se me hace enorme cuando él no está. Si por mi fuera podría estar con él las 24 horas del día, pero ese ahora no es el caso. Lo importante es que a pesar de no vernos todos los días sigue manteniendo en mí la misma chispa que el primer día que nos conocimos, una historia curiosa por cierto con un principio peculiar, un principio que incluso algunos no aprobarían. Pero el cómo conoces a tu persona especial tampoco es tan importante ¿no? Lo importante fue lo que sentí la primera vez que aquellos ojos verdes me miraron y esa sonrisa perfecta me sonrió a mí, y me hizo sentir única en aquel lugar lleno de gente, parecía incluso que no había nadie más. Extraño también como una persona que acabas de conocer pueda evadirte del mundo ¿eh? 
En verdad lo que más me sorprende es cómo una persona que apareció de la noche a la mañana, nunca mejor dicho, había pasado a convertirse en el que podría ser el amor de mi vida. ¿ Estaré en lo cierto?
Porque dicen que cuando ya te has enamorado una vez y te han roto el corazón, la segunda vez que ames puede que no vuelva a ser igual. Y efectivamente no se equivocan, pero ellos se refieren a eso en otro sentido. Yo me he dado cuenta que, efectivamente, no se ama igual la primera vez que la segunda. Si no mejor, con más cuidado, más lento, disfrutando de cada paso que conlleva enamorarse de alguien. Vives cada momento con más intensidad por miedo a que se pueda acabar otra vez. Es más, eso es precioso, porque das cada beso como si fuese el último, cada abrazo con más fuerza que nunca, y cada caricia con una sensibilidad indescriptible. Disfrutas cada momento como si el reloj no corriese. Otra curiosidad del tiempo fíjate, que parece que sólo se detiene cuando él quiere.
Pero volvamos a lo importante, las historias de los libros. Como bien decía antes, parece que las historias perfectas sólo existen en los libros que leo, que es prácticamente imposible que te llegue un mensaje de madrugada para que te asomes a la terraza, o que se arrodillen con una rosa para pedirte "salir", o que te preparen una cena romántica, o que te escriban una carta, o que puedas vivir esos momentos en los que los protagonistas se miran a los ojos mientras se confiesan todo su amor y se dicen que quieren estar juntos toda la vida... Pero no es así, parece ser que yo me he convertido en la protagonista de mi propio libro, la típica chica que se enamora y vive todas esas cosas pero en la vida real. Un libro que no quiero que acabe, y que quiero seguir redactando día a día, y que en todos los capítulos aparezca ese chico de ojos verdes que me volvía loca cada vez que me miraba. Ese niño ya adulto, que ha convertido mi vida en una película romántica, de esas que merecen un Goya por su credibilidad.
Es la magia de los libros, la magia del amor.