Buscar este blog

viernes, 30 de octubre de 2015

Revivir

Y de repente apareciste tú. Sin ton ni son. Sin buscarlo, sin quererlo. Y rompiste todos mis esquemas, mis metas, mis pensamientos.
Me pintaste ser el narrador de un cuento perfecto y yo pensé que a lo mejor no era lo que esperabas.
He perdido el tiempo pensando que existía el hombre perfecto, pero tú me haces sentir la chica más perfecta del mundo.
Llegaste cuando más lo necesitaba y me juraste que tú nunca me fallarías, que yo sería la única. Y si la distancia no ha podido separarnos, entonces no lo hará nadie.
Me imagino una historia, un principio, y lo único que veo es que quiero hacerte feliz y que tú me hagas feliz a mí. Porque cada vez te tengo más presente, y cada vez que pienso en ti me enamora un poco más tu mirada.
Es inexplicable como has conseguido entrar tanto en mi en tan poco tiempo. Es extraño pero el destino quiso esto, que fuera yo la que te conociese justo en ese momento. Y fue tan bonito saber que estabas ahí, que no te fuiste y esperaste, y todo para empezar a aguantarme. A mi y a mis tonterías, a mis enfados de niña pequeña.
Y por fín, después de tanto tiempo pensando que no lo iba a encontrar, encontré a alguien que volvió a hacer que me sintiera especial, alguien que no esperaba encontrar. Alguien que me hizo confiar un poco en mí misma, que me dio seguridad. Y ese alguien eres tú. Porque contigo las horas se convierten en minutos, y sólo quiero pensar en lo de ahora y no en lo que será.
Dicen que en la vida no se puede tener todo, pero tú has hecho que ese mito sea mentira. Haces que contigo me sienta tan llena... Haces que mis noches no estén llenas de lágrimas como antes, si no de sonrisas y sonrojos, por ti.
Y a pesar de todo esto siento que no es suficiente, que no estoy preparada para entregarte el 100% de mi. Que en mi cabeza siguen rondando cosas que no me permiten ser yo misma. Y te lo mereces, te mereces que sea contigo como sería con una persona tan importante para mi como te estás convirtiendo tú.
Y no se puede decir aún un te quiero ¿no? Pero un GRACIAS por aparecer en mi mejor momento, sí.

Pasado

Cuando llegas a querer a alguien más que a ti misma, cuando tu felicidad y estado de ánimo depende de una sola persona y esa persona no eres tú, cuando llegas a hacer verdaderas locuras por amor y llegas a perdonar lo imperdonable... sólo ahí te das cuentas cuando de verdad quieres a alguien. Querer de verdad.
Pero cuando te fallan, duele. Cuando te dicen: voy a estar ahí siempre. Pero, ¿ y ahora dónde estás? Cuesta creer que sea verdad, que sea verdad todo a lo que un día le tuve miedo. Tenía miedo de perderte, de fallar, de no ser suficiente. Y parecía que no llegaría nunca ese momento, pero cambiaron tanto las cosas...
Me siento tan estúpida... Cuando te juran cosas que al final resultan ser mentira sientes que has estado ahí como una tonta. Y cuando te das cuenta, sabes que esa persona ha pasado de ser todo en tu vida a no ser nadie.
De nada valen ya los arrepentimientos, las excusas o los perdones.
¿ Lo que más duele? Convertirme en quien soy por ti... y no poder ser otra persona diferente. Tener miedo al amor, no saber si lo que sientes es falso ya que esa persona te enseñó a amar.
Y vivir con el miedo a confiar, a enamorarte de nuevo...