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viernes, 30 de octubre de 2015

Pasado

Cuando llegas a querer a alguien más que a ti misma, cuando tu felicidad y estado de ánimo depende de una sola persona y esa persona no eres tú, cuando llegas a hacer verdaderas locuras por amor y llegas a perdonar lo imperdonable... sólo ahí te das cuentas cuando de verdad quieres a alguien. Querer de verdad.
Pero cuando te fallan, duele. Cuando te dicen: voy a estar ahí siempre. Pero, ¿ y ahora dónde estás? Cuesta creer que sea verdad, que sea verdad todo a lo que un día le tuve miedo. Tenía miedo de perderte, de fallar, de no ser suficiente. Y parecía que no llegaría nunca ese momento, pero cambiaron tanto las cosas...
Me siento tan estúpida... Cuando te juran cosas que al final resultan ser mentira sientes que has estado ahí como una tonta. Y cuando te das cuenta, sabes que esa persona ha pasado de ser todo en tu vida a no ser nadie.
De nada valen ya los arrepentimientos, las excusas o los perdones.
¿ Lo que más duele? Convertirme en quien soy por ti... y no poder ser otra persona diferente. Tener miedo al amor, no saber si lo que sientes es falso ya que esa persona te enseñó a amar.
Y vivir con el miedo a confiar, a enamorarte de nuevo...

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