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jueves, 15 de julio de 2010

3º parte de Algo por Escribir

Me acerqué mucho más a ellos, y sintiendo el miedo todavía dentro de mi, les toqué, estaban rígidos, totalmente paralizados, quietos. Asustada, mi primera reacción, fue salir corriendo, y así lo hice. Heché a correr, sin mirar a donde iva, acabando, sin darme cuenta, en un bosque. Era oscuro, lleno de árboles, el más alejado de la ciudad. No sabía a donde ir, estaba perdida.
Sin mirar atrás, salí corriendo, dirección a mi casa. Llegué y busqué las llaves por mis bolsillos, pero nada, no estaban, empuje la puerta; con suerte la había dejado abierta. Entré y cerré la puerta subiendo corriendo a mi habitación. Ráìdamente me cambié de ropa, poniéndome una más cómoda, cogí mi móvil y mis llaves y me dirigí hacia la puerta, salí.
Volví a la plaza, pero todo seguía igual, no se había movido nada. De repente algo me llamó la atención, era el reloj del ayuntamiento, estaba parado. Solo me vino una opción a la cabeza, el tiempo se había parado, pero... no puede ser.
Eso solo ocurre en las películas, asustada fui corriendo por la ciudad, apareciendo otra vez en la plaza; con la hora cambiada, pero con las agujas sin moverse. Había menos gente, ya no estaban todos juntos como antes, estaban colocados, como en una escena normal de un día cualquiera, la gente de siempre que pasa por la plaza.
Corriendo fui a más sitios y en todos pasaba lo mismo, pero de repente algo me detuvo y me paralizó diréctamente.
Mi madre, enfrente del hospital, sentada y preocupada. Esperando algo, pero ¿ el qué?

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